El gauchito Gil fue un joven correntino que luego de participar en la guerra de la Triple Alianza fue reclutado por el Partido Autonomista para pelear en la guerra civil correntina contra el opositor Partido Liberal. Sin embargo, abandonó el PA y se convirtió en un desertor. Tras ello fue capturado, colgado en un árbol de Espinillo y muerto por un corte en la garganta.
Leyenda del Gauchito Gil
Cuenta la leyenda que Gil le dijo a su verdugo que debería rezar en su nombre por la vida de su hijo, que estaba muy enfermo. Luego de matarlo, el hombre llegó a su casa y encontró a su hijo al borde de la muerte.
El verdugo, de apellido Zalazar, rezó al Gauchito Gil y su hijo sanó milagrosamente. Las personas que se enteraron del milagro construyeron un santuario, que aún permanece y donde se le rinde culto.
Desde entonces, los devotos del Gauchito le hacen ofrendas y le prenden velas rojas en el santuario ubicado a kilómetros de la ciudad correntina.
A su vez, se toma la tradición de envolver con banderas rojas o pintar de rojo los santuarios de veneración al Gauchito Gil. Ese color es, precisamente, el que caracteriza al Partido Autonomista en la provincia de Corrientes.
Si bien el Gauchito Gil no forma parte del santoral ni está en proceso de canonización, se convirtió en culto. Sí forma parte de las “devociones paganas”,
rechazadas por la Iglesia, por el clamor popular que generan.
Al Gauchito se lo invoca por cuestiones de salud, trabajo, necesidades materiales o para tener fuerza de voluntad y protección en momentos difíciles. Muchos lo consideran el santo de los desahuciados. Pero también se le pide por cuestiones pecaminosas o relativas al amor.