La primera vez que se conmemoró esta jornada en Argentina fue en 1877, En aquel entonces, el peluquero y director de teatro Domingo Guillén organizó un festejo en el Teatro Coliseo, y la gran concurrencia de profesionales derivó en la creación de la Sociedad de Barberos y Peluqueros.
La fecha como tal se instalaría nacionalmente en 1940, durante el Congreso Nacional de Peluqueros que tuvo lugar en Pergamino. Los orígenes, sin embargo, se remontan a la época del rey francés Luis IX, ya que la fecha surge como una conmemoración hacia él, quien supo designar a su peluquero como “hombre libre”, elevando su jerarquía social, en un fuerte acto simbólico.